El detalle de la ruta en este enlace

Hoy, día 2 de Enero, se proponían a hacer 100 Km. de llano ¡para soltar piernas!. En la salida se presentaron E. Zulle, S. Olano "Er Hinca" y M. Er Dergao. También apareció Olano "Er Asturiano" pero no traía pintas de dar pedales ya que venía con su director deportivo y dos vigilantes/guardaespaldas de 1 metro de alto. Decía que hacía demasiado viento y que por estos lares, como ya sabemos todos, sobre las 12 el viento aumenta considerablemente. Los tres ingenuos no hicieron caso y no le dieron mayor importancia al asunto pero Olano "Er asturiano" es perro viejo y sabe lo que dice.

Hubo innumerables paradas por culpa de Er Dergao al que se le ocurrió aparecer con su Mauraora, que no cogía hace un siglo, y que no había tenido tiempo de ajustar. Pero cuanto mas la ajustaba peor estaba, en fin, sobre la marcha nada queda bien.

La media, a pesar de gozar de un ligero viento a favor, no fue muy alta ya que se pretendía guardar fuerzas para después. Al llegar a Torrox-Costa se doparon con cafés para aliviar el frío y prosiguieron camino.

Durante uno de los ascensos (en el llano) fueron adelantados por un ciclista de los de verdad que dio muchos ánimos y prosiguió camino a mucha mas velocidad. Después lo volverían a ver, en la cima, hecho polvo. La parte más bonita fue, al pasar Maro, la subida a Cerro Gordo desde donde se pueden apreciar unas bonitas vistas al mar y a la montaña y se acordaron de los amigos de la ciclo-lista y echaron de menos una cámara con la que realizar una fotografía para enviársela a ellos, en fin, otra vez será. En este momento llevaban recorridos 51,5 kilómetros.

Al la vuelta, tras recorrer unos 5 kilómetros pararon en una venta donde se atragantaron con pollo al ajillo y magro con tomate como desayuno, ¡creo que se pasaron!.

Observaron la hora que era y comenzaron a temer por las reprimendas de los directores deportivos. Nada mas salir de la venta, mientras comenzaban a hacer la digestión, se encontraron con una subida nada despreciable en porcentaje y en longitud. El viento soplaba en contra y a ráfagas de costado con lo que el equilibrio sobre la burra se hacía casi imposible.

Durante la subida, a Er Dergao se le ocurrió, pobre infeliz, meterse por el arcén. Dicho arcén está unos diez centímetros mas bajo que la carretera y el arcén comenzó a estrecharse cada vez mas, lo que en principio eran 0,5 metros de anchura se habían convertido en, aproximadamente, menos de 25 cm. Y con el viento racheado Er Dergao se vio obligado a bajarse de la bicicleta.

Cuando terminó el calvario del ascenso, Er Dergao a pie, estaban esperando Zulle y Olano, se montaron y mientras Er Dergao decía que abandonaba ya que no estaba dispuesto a seguir en aquellas condiciones, una cosa es pasarlo mal subiendo una cuesta y otra es pasarlo mal por no saber donde te vas a caer si en el quitamiedos o en la carretera. Además esta sensación era cada pocos segundos y ocurría cada vez que aparecía una racha de aire de costado.

Al llegar a Nerja, Olano y Er Dergao deciden subir la velocidad media y se subieron en el Autobús (literal). Habían realizado solo 68,5 kilómetros y con la tija entre las piernas se rindieron. Zulle, sin embargo, decide proseguir y así lo hace.

En Nerja, mientras los otros esperaban en la parada, adelanta un ciclista de los de verdad a Zulle y este decide ir con él para colaborar a batallar contra el viento. Pero el ciclista de verdad se da cuenta de que se le acerca y acelera el ritmo no dejando que se le arrime. Es decir, se zamparon ambos dos el recorrido contra el viento enterito.

Mas tarde Zulle ve un ciclomotor conducido por un abuelete, a 26 Km./h, e intenta pegarse a rueda pero el abuelete se da cuenta y tras propinar una tremenda bronca a Zulle se desvía del camino para que no le siga.

Cuando Zulle atravesaba El Morche, el autobús en el que iban Olano y Er Dergao, lo adelantaba. Iban calentitos, sin el negro dando y algo cabizbajos por haber dejado solo a Zulle pero se alegraron al verle ya que solo le quedaban unos 30 kilómetros. Sabían que lo estaba pasando mal y el cabeceo así lo indicaba.

Al final, Zulle, realizó 54 kilómetros mas a una media de 21,5 Km./h. así que otro para el club de los 100. ¡Enhorabuena!. Además, por supuesto, de demostrar tener unos buenos piñones. Este año esperamos que muchos del grupo se unan a este club.


Manuel García Casado