Hoy, 13 de diciembre, a las 8h 30m las cámaras del SIGET sorprenden a Fignon a moco tendido con dirección Torre del Mar. Al parecer pensaba que llegaba tarde y quería alcanzar al grupo. Tras darse la voz de alarma se encomienda a dos globeros, Zulle y Triki, que alcancen y detengan al "torpedo taqueado", y estos tuvieron que valerse de vehículo a motor para tal misión.

A la hora fijada, 9h, en la salida estaban J.R. Escartín, N. Fignon, J. Jalabert, E. Zulle, Triki, P. Tonkov, J. Rominger, J. Bugno, Ozemanué e Iopuchi. Mas tarde se incorporarían E. Cipollini (en el cruce de la autovía), Títulos Pantani (a la altura del cruce de Cajíz aproximadamente) y J. M. Asturiano; con el coche escoba.

Salen calentando de la gasolinera, sobre las 9h 5m, a una velocidad que oscila entre los 23 y los 27 km./h y al pasar el cruce de la autovía la velocidad no bajó de los 27 y eso que soplaba cierta brisilla en contra. S. Olano llega tarde por 10 minutos y no viendo a nadie, en el punto de salida, se pone a moco tendido para alcanzar al grupo.

El grupo marca un buen ritmo pero cuando llega a la rampita de la KK aquello se estira y quedan todos los globerillos esparcidos a lo largo de la N-340. Algunos globeros son incapaces de mantener un ritmo fijo y hacen que el grupo vaya a tirones, además adelantan a los que si llevan ritmo estable para bajar dicho ritmo mas tarde y hacer que todos los globeros deban bajar el ritmo o se vean obligados a adelantarlos lo que provoca repetidamente una situación de riesgo.

Llegando a Torre del Mar se vuelve a reagrupar aunque cuando toman el desvío para el Trapiche se vuelven a dividir, delante los guerrilleros y detrás se monta definitivamente el autobús. La velocidad fue oscilando en el autobús hasta que se establece, a gusto de casi todos, una media supersónica de 22 km./h.

Mientras tanto, el sofocado de S. Olano había llegado a Torre del Mar no consiguiendo contactar con el grupo. Allí se tomó una chocolatina para endulzar su amargura y se volvió a casa algo madurillo por el esfuerzo. Para poder contactar con el grupo debería haber llevado una media superior a 36 km./h, 10 minutos son muchos minutos para ser recuperados en tan corta distancia por muy despacio que vaya el grupo.

Cuando van llegando al Trapiche, del grupo delantero se vuelve Fignon, al que se le hacía tarde, pero al llegar a la escoba y contarle ésta los planes que tenían en el Trapiche decide volverse para no perdérselos. En este momento se incorpora J. M. Asturiano con el coche escoba que por lo visto tampoco quería perderse el abocatamiento.

Cuando llegan a la altura del Trapiche comienzan las advertidas mariconadillas y es que los globeros necesitan látigo, se les deja solos y en vez de subir cuestas se hartan de jamón a traición. Tan solo cuatro aguerridos globeros (Escartín, Bugno, Pantani y E. Cipollini, mas tarde E. Chozas) se atreven con el ascenso a Canillas del Aceituno mientras el resto, muchos, quizás demasiados, se quedan practicando el deporte globero preferido: "Espatarrarse a base de jamón". J. M. Asturiano invita al abocatamiento y aunque es de muy de agradecer sería recomendable prohibir en el 22x28 éstas costumbres.

La organización del 22x28 ya estaba advertida de lo que iba a acontecer en esta salida y por ello, ya el sábado, se apresuró a poner un calendario más acorde con las circunstancias. Estos no son mis globeros, me los han maurao. ¿Os imagináis ir pedaleando con una canastilla delante llena de bocatas, agarraditos de la mano, tarareando alguna cancioncilla. ¡Claro! que algunos no se atrevieron ni a hacer lo que han hecho los que hoy han asistido y se quedaron en casa tapaditos. Por otro lado de los que se quedaron en el Trapiche solo tenían perdón los que se saben a ciencia cierta que no pueden subir, el resto no tiene perdón. Y, además, lo normal en estos casos es esperar a los que tienen "piñones" para subir, independientemente de las prisas que existan, para crear malestar, por prisas, es mejor no salir o proponer salidas mas cortas... podemos ir de la gasolinera hasta la zona de abocatamientos, por ejemplo.

Realmente era una salida larga y dura que se preveía que iba a durar mucho y esto, además, se vería agravado por el mal estado de forma del personal. Quizás lo que habría que haber hecho hubiera sido poner y comprometerse con un tiempo máximo. Que la salida era a las 9h, que se iba a Canillas y que se regresaría tarde, lo sabíamos todos desde hace mas de tres meses, luego cualquiera podría haber propuesto un cambio hace ya mucho tiempo.

Mientras unos desayunan, otros se espatarran subiendo a Canillas. La velocidad de comienzo del ascenso fue a 11 km./h, formándose dos grupos ¡que cosas, hasta iban de dos en dos!, primero Escartín y E. Cipollini y detrás Bugno dándole ánimos a Pantani. ¡De verdad que es admirable!, deberíamos practicar todos esto un poquito mas. Al final se esperaron unos a otros tras terminar el ascenso.

En el Trapiche, Fignon ya no espera más y emprende la vuelta a todo trapo y según el coche escoba lo hizo entre 42 y 50 km./h, con una bici de tacos. Poco después lo hace el resto del grupo y durante la vuelta reaparece la figura del globero sonda. Dícese de aquel globero, adelantado unos metros, que ni va ni deja de ir con el grupo pero tampoco deja que nadie se le acerque manteniéndose esta situación durante varios kilómetros, también puede hacer las veces de globero explorador y sufrir los ataques perrunos evitando que éstos ataquen al grupo provocando montoneras.

En este caso la figura del globerillo sonda estaba personificada por Ozemanué. Algunos del grupo (los mas nuevos, no conocedores de este tipo de globero) se preguntaban, mientras el grupo iba junto, ¿que haría Ozemanué 50 metros por delante, sería un nuevo calentador en periodo de iniciación?. La verdad que Ozemanué, para ser la primera salida con el 22x28, se portó como todo un globero "pofesioná" y estuvo todo el tiempo a la altura de las circunstancias.

La velocidad de descenso desde el Trapiche se realizaba entre 28 y 31 km./h con la ayuda de cierto viento a favor. Mas tarde en el llano de Torre del Mar al Rincón las velocidades rondaban entre los 27 y los 30 km./h. ¡Claro! tras el insondable esfuerzo de comer jamón iban algo cansadillos. Casi todo el tiempo fueron divididos en dos grupos, primero Iopuchi y Tonkov y detrás Jalabert, Rominger, Ozemanue, Zulle y Triki.

Conforme se acercaban a la rampa de la KK el pelotón comenzaba a ponerse algo neurótico observándose ciertos movimientos extraños por parte de sus componentes. En las inmediaciones de la rampa todos, excepto Jalabert y Rominger (que fue sujetado por Jalabert), se ponen a moco tendido para ver si en este tramo rompían a sudar ya que en el resto del recorrido no se habían coscado. Zulle propone un medio sprint ¿a Iopuchi?, ¿al atacador perpetuo de la KK?, ¡cómo si a Iopuchi le hiciera falta que lo animaran! Aunque si esta vez Iopuchi no se anda ligero se hubiera visto sorprendido por semejante jauría globera a la desbandada. Justo al pasar la rampa todos, menos Iopuchi que sigue, se repliegan y vuelven a la escoba que se viaja mejor. De Iopuchi nunca mas se supo.

Mas o menos, en este momento, los bravos globeros, que subieron a Canillas, venían bajando ¡dándose relevos y en grupo! desde el Trapiche a Torre del Mar. ¡Loable!

El resto de la vuelta del autobús fue igual pero poco antes de llegar al cruce de la autovía se produce el demarraje del ignífugo Rominger que sorprendiendo a propios y extraños adelanta a todos dejándolos con la boca abierta y los culots caídos. ¿Para que tanto reservar? ¡No tenemos perdón!

Al cruzar la autovía comenzó, como siempre, el tiempo de recuperar piernas y al llegar a abocatamientos todos, con las excepción de Ozemanué, que tenía prisa, se pegaron otra sesión de abocatamiento. Supongo que sería para mitigar el gran esfuerzo realizado.

Durante esta salida se han vuelto a realizar amenazas para la clásica de Cómpeta, que se celebrará el próximo domingo, y que parece que va a estar muy concurrida. Todos pican a todos y ya no se que pensar porque con tanto pique y a tenor de las últimas salidas, no me extrañaría nada que todos se quedaran en Torre del Mar comiendo churros. ¡Cobardes!, ¡nenazas! ¡Vaya espectáculo!

El domingo que viene quiero sangre, mucha sangre globera durante el ascenso. ¡Ya sabéis! A partir del reagrupamiento en Algarrobo... ¡a muerte!. Y no os preocupéis por la vuelta que irán un par de UVI's a pedales para socorrer a los necesitados o sobrentrenaos y para recoger todos los despojos globeros para que el 22x28 no deje basura tras de sí. ¡Cobardes!.

 


Manuel García Casado