Hoy, 25 de enero, a las 8h 30m comenzaba la que suponía iba a ser la Uerta Mediana Lajarquía y en la salida se encontraron M. Iopuchi, S. Olano, P. Tonkov, J. Rominger, J. Bugno y M. Er Dergao.

La desaparición de Bugno fue forzosa debido a una caída de un árbol con lo que obtuvo una fisura en una costilla que le tuvo alejado de las dos ruedas unos meses.

El cielo, en el Rincón de la Victoria, aparecía despejado pero sin embargo a lo lejos se veía a Torre del Mar, primera población de paso, con algo negro en su cielo, incluyendo algunos rayos, pero no era de temer ya que la tormenta era empujada por cierto viento del oeste y, por lo tanto, al llegar a la población la puñetera tormenta ya se habría alejado.

Había que conseguir realizar la Uerta Mediana lo que suponía todo un reto ya que, después de las navidades fulminosas, el personal no se encontraba muy allá que digamos (y mas redonditos que de costumbre).

Se pone rumbo a Torre del Mar y aquellas nubecillas ¿qué temor podría imbuir en los globeros?, aquello no era nada ¡bah!.

Después de cruzar la autovía comienzan a caer las primeras gotitas, poco alarmantes, al producirse un cambio en el sentido del viento y la tormenta comienza a acercarse amenazante. Este invierno todavía no se han mojado un solo domingo y hasta ahora solo se ha suspendido una salida por motivos pluviales.

Un ciclista de verdad, con una Cannondale, les pega un pasón despeinando a todo el grupo, pero inmutables prosiguen su calentamiento dirigido por Bugno que, observemos, anda algo reformado ya que el calentamiento se hizo a menos de 26 Km./h. y él no hizo nada por reventarlo.

Poco después se ve venir al mismo ciclista de verdad, con su Cannondale, como alma que lleva el diablo, de vuelta, y a moco tendido. ¿Qué hacía que el muchacho corriera tanto ...? ¡Estaría haciendo series! ¡Cualquiera sabe!.

Antes de llegar a Torre del Mar las dichosas gotitas ya duelen y comienzan a ser abundantes. La pelotilla (pelotón en otras clásicas) decide darse la vuelta emulando al de la Cannondale. Pero haberse levantado tan temprano para no hacer nada era una frustración tremenda de modo que deciden que si cuando llegaran al Rincón las gotitas aflojaban se ascendería al alto de Macharaviaya. Solo serían 7 Km. de ascenso a un 7 y pico por ciento. La tormenta les acosaba por el norte, por el este y por el sur pero dando pedales parecía que iba a velocidad moderada por lo que daría tiempo ascender a la tierra de Los Gálvez.

Er Dergao se retrasa, en el llano, y Olano se queda para remorcarlo. Cuando llega Er Dergao hasta él, Olano lo pone a su rueda y comienza a subir el ritmo desde 30 Km./h hasta la punta de 38 Km./h. Esta velocidad se consiguió debido al viento a favor que además empujaba a la tormenta que los perseguía y acosaba.

Al llegar al desvío de Macharaviaya comienza la escabechina, se destacan Iopuchi, Bugno y Tonkov y rezagados queda el resto.

Nada mas se suben los primeros 500 metros a Olano le da un patatús con un fuerte dolor en el pecho y las piernas algo temblorosas lo que hace que se de media vuelta con todo el dolor de su corazón. Esta misma subida la realizó el Viernes, en entrenamiento, de forma impecable. Según la UVI-Móvil fue un exceso de azúcar en el bidón unido a la falta de desayuno.

Rominger sigue 3 Km. mas pero también, fundido, decide encaminarse a la zona de abocatamientos.

Mientras, Iopuchi comienza su aceleración quedando Tonkov descolgado y Bugno decide quitarse el impermeable ya que los calores de la cuesta le hacían sudar en exceso. Reconoce que no está en forma y que la cuesta le estaba resultando demasiado dura.

Cuando llega Er Dergao, hasta donde está Bugno,  éste se incorpora poniendo tierra por medio entre él y Er Dergao. Un kilómetro mas adelante decide volverse aquejado de un dolor en las costillas y de la falta de entrenamiento.

Ya solo quedan tres, Iopuchi, Tonkov y Er Dergao, de los seis que comenzaron el ascenso, las gotitas aprietan, el frío arrecia y el viento castiga zarandeando las bicicletas, pero siguen, rendirse un día como hoy supone futuras claudicaciones y los globeros de honor no se rinden, aguantan hasta que revientan o se despatarran, como Olano. También pueden rendirse si se le salen las bolillas . . . de los pedales ¡claro!.

Cuando llega Iopuchi a la cima, espera a que llegue Tonkov y le pregunta si sigue hasta Macharaviaya o se vuelven. Pero, según comentaba pa chinchar a Er Dergao, Tonkov estaba disfrutando de lo lindo, por fin le había ganado un día a Er Dergao que siempre le arrebataba su puesto en los últimos kilómetros y esta proeza había que prolongarla.

Mientras se ponen de acuerdo ven a lo lejos a Er Dergao que, tras pararse y dar media vuelta a la bici, les saluda con la mano indicando que se vuelve. La tormenta estaba encima y comenzaba a no verse a mas de 200 metros debido a una cortina de gotitas malvadas. Al final, los tres vuelven a la zona de abocatamientos donde encuentran a Bugno y a Rominger. Mas tarde se unirían Gentile, Güidi y Telecom que no habían desaprovechado la oportunidad de mojarse un rato.

La lluvia no cesaba y prometía continuar así bastante tiempo por lo que decidieron terminar de ponerse asquerosos rindiéndose ante la tormenta que los tenía ya a su merced.

El encuentro con sus directores deportivos, dado el grado de suciedad asfáltica, debió ser inenarrable.

Fueron un total de 36 kilómetros, algo extraños, donde se llevó una media algo superior a 18 Km./h y donde en menos de 7 Km. (ya que no se terminó de subir), se reventó la mitad del grupo. En fin, otra vez será. Esta vez han hecho honor a su nombre: Globeros Auténticos.

El próximo domingo, como no han tenido bastante con la lluvia, irán "A por Caldillo a Competa". Circuito bonito y divertido para el loado Títulos Pantani. ¿Que sucederá? ¿Ah?.

El próximo domingo se verá.


Manuel García Casado